viernes, 4 de julio de 2008

Dos años de silencio por respuesta

El día 3 se cumplió dos años del mayor accidente de metro ocurrido en España, con 43 víctimas. Dos años en los que las víctimas han recibido silencio de la Administración pública, ignorados incluso por la sociedad valenciana que prefiere que tengamos grandes eventos a mejores infraestructuras. Una sociedad que sólo se acordó de ellos durante la campaña electoral del 2007. Porque es mejor que en nuestras calles corran Hamilton, Alonso, Raikkonen y compañía, que tener un metro decente.
La tragedia era previsible. Pero claro, ni Rita ni Camps cogen el metro diariamente (y menos la Línea 1). ¿Cómo iban a saberlo? Mejor dejarlo como está. Además, el metro va bajo tierra, nadie lo ve, y menos los turistas. ¿Qué más da si no se arregla? Los maquinistas llevaban dos años quejándose por las malas condiciones de la curva en la que se produjo el accidente. Entre los años 2000 y 2002, la cifra de accidentes de metro en Valencia era de 34 (año 2000), 27 (año 2001) y 24 (año 2002). En total 85 en tres años. En el mismo periodo, en Cataluña se produjo un accidente de metro, otro en Baleares y ocho en el País Vasco. Aun así, nada se hizo por mejorar la obsoleta infraestructura de metro valenciana. Ni siquiera tras un accidente tan grave como el que ocurrió en septiembre del 2005 en Picanya, que se produjo al chocar tres convoys, dejando un saldo de 42 heridos.


Y hoy día las cosas no han mejorado. Ojalá que no, pero a este paso será solo cuestión de tiempo que se repita la historia...
Se ha intentado echar tierra sobre el asunto desde la Administración pública. No hubo responsabilidades políticas (como se hubieran puesto los del PP valenciano si el accidente hubiera pasado en Cataluña). En la mayor parte de los grandes accidentes y catástrofes naturales ocurridas en España ha habido responsabilidades o se ha juzgado a algún responsable: Yak-42 (muerte de 62 militares españoles al estrellarse su avión en Turquía), incendio en Guadalajara (11 miembros de un retén de bomberos muertos), riada de Biescas (86 muertos) o el naufragio de Banyoles (21 jubilados franceses muertos). La comisión que investigó el accidente de metro de Valencia sólo fue un títere de los gobernantes. Duró cinco días, en pleno agosto y se vetó a peritos que iban a declarar cosas que a Camps no le interesaban. ¡Qué diferencia con la comisión de investigación del atentado del 11 de marzo! Y sin embargo, los mismos que ven los "agujeros negros" del 11 de marzo no ven los del accidente de metro. Lo único que importaba era echarle la culpa al maquinista muerto, al único que no podía defenderse.
Hace unos días los familiares de las víctimas del metro fueron invitados al pleno del ayuntamiento en que se discutió una moción presentada por el Partido Socialista sobre el tema para exigir mejoras en el metro y responsabilidades (al final, lo único que se sacó en claro fue que hoy se guardarán cinco minutos de silencio en el ayuntamiento). Los familiares no pudieron entrar con unas camisetas que llevaban.




Otros tienen permiso para colocar sus pancartas en todos los plenos, traten el tema que traten esos plenos.
Quizá los familiares lo que tengan que hacer para que Rita y Camps les hagan caso es echarle la culpa de todo a Zapatero, como ellos hacen. Porque en esta comunidad sólo se hace caso a uno si se critica (mejor dicho, si se insulta) a Zapatero y si se defiende por encima de todo los grandes eventos.
Por cierto, otro que no se queda atrás en eso de dar la espalda a las víctimas es el arzobispo Agustín García Gasco el cual, sabiendo que las víctimas habían solicitado una misa en la catedral para el día 3, contraprogramó con otra misa a la misma hora en Torrent.

Pero que nadie se preocupe, el 23 de agosto, la Fórmula 1, para la que se han gastado tropecientos millones vendrá a Valencia. ¿Quiénes son las víctimas del metro para ir reclamando nada? Acaso son turistas que ensalzarán la ciudad cuando se vayan; acaso son millonarios que dejarán sus millones en los bolsillos de Camps o Rita. Sólo son pobres valencianos, como todos nosotros. Pero Valencia va bien... si cerramos los ojos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

La situación es vergonzosa... nosotros no olvidamos!

Anónimo dijo...

que gran artículo. Lo grave la sociedad valenciana es que se están olvidando las prioridades. Aquí solo pan y circo, y encima no nos dejan ejercer ni el derecho al pataleo q consiste, básicamente, en acordarse del padre de rita.
Por otro lado, parece que las víctimas no son iguales según sea la procedencia de sus desgracias.
Bravo por la democracia de nuestra alcaldesa y de su concepto del bien general.
1 abrazo.

Anónimo dijo...

Un gran articulo, habría que mandarselo a todos los peperos a los cuales se les llena la boca hablando de la F1 y de los barquitos.